“Toda historia tiene un inicio, e infinitos rumbos”; la constancia y perseverancia de este científico que nos da a demostrar a través del tiempo, es una clara referencia que a pesar de las trabas que la vida nos depara, sólo depende de nosotros mismos el querer avanzar, sin importar cuánto nos demoremos en llegar a la meta propuesta. El inicio en este caso, es mentalizarse con el “yo puedo lograrlo por mí mismo y para mí”, que soy un ser humano como cualquier otro, pero a la vez somos únicos e irrepetibles en nuestra especie. Esta historia no tiene final, puesto que este gran hombre “Hawking”, a pesar de lo avanzado de su enfermedad, no tiene fronteras en seguir explorando y descubriendo lo maravilloso y misterioso de éste, nuestro universo.

miércoles, 11 de julio de 2012

“UNA MENTE BRILLANTE”



 INTRODUCCIÓN:

John Forbes Nash Jr. es un matemático brillante y bien parecido, quien acaba de ingresar a la prestigiosa Universidad de Princeton para un postgrado, a través de una afamada beca. Nash está convencido que la única manera en que un hombre como él puede sobresalir, es descubriendo una idea original verdadera. Para asombro de todos y de él mismo, este descubrimiento llega: La Teoría del Juego; la matemática de la competencia. Esto lo catapulta al MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), una institución para genios; sin embargo, su deseo de sobresalir le sigue acosando y su ambición ahora se centra en el Pentágono y la decodificación de mensajes ocultos al inicio de la Guerra Fría.

No obstante sus planes, dos encuentros transformarán su existencia: La Esquizofrenia y el Amor. Estos elementos a la larga se convertirán respectivamente en su agonía y su éxtasis; su infierno y su redención. 



RESUMEN: 

La película Una mente maravillosa comienza en 1947, cuando Nash (Rusell Crowe) ingresa en la universidad. 

Muestra su carácter excéntrico, genial, solitario y agresivo, además de alguna que otra rareza, como su obsesión por encontrar "una idea completamente original" y sus escasas habilidades sociales. La aplicación de la teoría de juegos de Von Neuman a extensos campos del saber , con su famosa fórmula ‘equilibrio de Nash’ le vale la graduación con honores y un puesto de profesor en el prestigioso centro de investigación MIT. Durante la Guerra Fría trabajará también para el Ministerio de Defensa, como descifrador de mensajes soviéticos.

Inteligencia clarividente, llegó a discutirle a Einstein su teoría de la relatividad, mientras él formulaba las de los juegos y otras revolucionarias. 

En 1953, Nash está en la cumbre: tiene prestigio como profesor, se enamora y se casa con una de sus alumnas, Alicia (Jennifer Connelly), que ha sido cautivada por su genial personalidad. Pero entonces se hacen evidentes los síntomas de padecer esquizofrenia., penosa enfermedad dominada por el miedo, concretado un tiempo en el comunismo ruso y sus extraños personajes, secuela sin duda, de la época en la que trabajó para los Servicios Secretos.

La esquizofrenia es el modelo de la locura (Breuler, 1911). Etimológicamente viene de esquizo –dividida- y mente. El esquizofrénico es un sujeto con una parte de la mente que delira y otra parte que aún razona de momento. Con los avances de la siquiatría se ha afinado en este concepto. Según el psiquiatra Carles Egea, el hecho, en apariencia sorprendente, de la curación de Nash se debe a que, con rigor, no es una esquizofrenia lo que padeció, sino un trastorno por ideas delirantes persistentes, un desarrollo paranoide con alucinaciones visuales dominantes y que tiene mejor pronóstico que una esquizofrenia procesual con síntomas negativos, es decir, sin alucinaciones, pero con un curso maligno y deterioro global de la personalidad hasta acabar en la demencia. 


Con la atención médica, que en su caso fue el tratamiento con choques insulínicos (cura de Sakel), la fuerza de su intelecto y una voluntad férrea, conquistó la enfermedad y regresó para recibir el premio Nobel. Pero, como se muestra en la película es la ayuda de su mujer, con su paciencia y su dedicación heroica, la que lograron la recuperación. El director presenta las escenas vívidamente, eliminando lo sensiblero. Sin exageraciones va presentando el deterioro gradual de la personalidad de Nash, la crisis de su matrimonio y finalmente el regreso a una relación y a una vida estable. 

Con un reparto en el que todos brillan con luz propia, la película nos sugiere un acercamiento al problema de la enfermedad mental y la comprensión de la posición de las personas humanas que son víctimas de ella. 


Se nos recuerda lo que significa el auténtico amor para siempre, con la promesa matrimonial de amor y respeto, en la salud y en la enfermedad, en la tristeza y en la alegría, en la pobreza y en la riqueza, todos los días de la vida. Una mente maravillosa pasará a la historia como un instrumento para la comprensión y para el acercamiento a un tema que continua siendo evitado en nuestro medio, por temor o por desconocimiento. 

¿Qué nos deja esta historia como enseñanza? 

 Un tema importante es esta película es la actitud de su mujer, Alicia. Una enseñanza espléndida en su modo de tratar a Nash, como persona, como su marido, como el intelectual, como el enfermo. No hay sentimentalismo al que tan acostumbrado nos tiene el cine comercial. Hay otra cosa: amor personalizado, solidaridad, ayuda humana y realista.

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